viernes, 31 de octubre de 2014

Tutorial: Búho sencillo


"...Yo soy el Búho, ¿recuerdas?. Te pertenezco a ti, que eres la Noche"


A nuestra duendecilla le encantan los búhos. Ella dice "affUUÚho" y nos pone una sonrisa en la cara. Siempre los encuentra, siempre los reconoce. Hoy, en su honor os traemos un tutorial para realizar un trabajo muy sencillo, ideal como decoración (seguro que conoces a alguien que colecciona búhos) o como regalo para un bebe mayor de un año (no debe utilizarse la lana cardada ni cualquier otro material que desprenda fibras en objetos que vayan a manipular directamente bebes menores de un año, no hay problema en usarla en móviles u otras decoraciones que queden lejos de sus manos...y su boca). También uno o dos resultan un regalo ideal para personas con problemas de articulaciones, ya que apretarlos ayuda a ejercitar las manos, relaja y es muy agradable.

HERRAMIENTAS Y MATERIALES

-Una aguja de afieltrar, fina o media
-Papel craft
-Tijeras para cortar papel
-Lápiz
-Lápiz textil, jaboncillo o rotulador lavable
-Una bola grande de fieltro del color que más nos guste para nuestro búho, y algo más de lana del mismo color. También podeis usar una bola blanca, y unos 15g de lana de color.
-5g de lana cardada de color gris (u otro color claro que combine con el de nuestra bola)
-Un trocito muy pequeño de lana cardada de cada uno de los siguientes colores: Amarillo, marrón, negro.

(Si queréis un búho "realista" utilizad una bola en marrón o beige claro, pero la forma tan simple de éstos búhos hace que también queden muy vistosos en colores alegres.)


Si estáis utilizando una bola blanca, lo primero que debéis hacer es cubrirla con la lana del color que hayáis elegido hasta que no se vea el blanco. Tomad pequeños vellones rasgando con los dedos, esponjadlos bien, e id solapándolos mientras pinchais con la aguja. (si es vuestra primera incursión en el trabajo con lana cardada, aquí os hablamos de cómo empezar) Continuad hasta que veáis la superficie de la bola de un color homogéneo, sin nudos ni transparencias.

Lo primero, poned la bola sobre la superficie de la mesa, y observad en qué posición tiende a quedarse. Las bolas hechas con esta técnica no quedan nunca totalmente esféricas, y suelen tener un lado más plano que se acomoda mejor sobre la superficie de la mesa. Si la respetáis será más sencillo que el búho quede derecho. También podeis "calzar" el búho pinchando repetidamente en el área que vaya a quedar en contacto con la superficie de la mesa, y ayudaros con pequeños trozos de lana del mismo color para los bordes. Si el búho va a ser un juguete o una bola terapeútica no abuseis de estos añadidos.


Ahora vamos a hacer la cara. Para que sea más fácil podeis trazar su contorno con el rotulador lavable. Hacedla en forma de óvalo o de corazón. Comenzad a rellenarla con la lana gris, primero la zona central y luego los bordes, que deben quedar bien definidos. Ayudáos de la punta de la aguja para levantar las fibras grises que se hayan extendido encima del color, y volvedlas a afieltrar en la zona gris.


Una vez estéis satisfechos con el aspecto de la cara, poned dos alfileres para marcar la posición de los ojos. Podeis hacer ojos amarillos con pupilas negras para un aspecto más de búho, o negros con una bolíta minúscula de blanco (reflejo) para un aspecto más de lechuza. Aquí os enseñamos la secuencia para hacerlos.





Una pupila grande nos da un aspecto más tierno e infantil, una pupila pequeña, un aspecto más loco y despistado.


El pico se hace con un trozo pequeño de lana marrón, que se hace rodar entre los dedos hasta parecer un gusanito, y se afieltra entre los ojos, algo más abajo.




Si os apetece podeis hacer algunos detalles más...Unas patas sencillas, de la misma manera que el pico, con dos "dedos" en un pie, y dos dedos en el otro (ojo! no pongais tres. Los búhos son zigodáctilos, lo que quiere decir que tienen dos dedos dirigidos hacia delante, y dos hacia atrás), alguna pluma...


¡¡Estamos deseando ver vuestras creaciones!! Si nos enviáis una foto, la compartiremos en nuestro facebook

domingo, 26 de octubre de 2014

El bosque sobre las olas



Una vez, el rey de Suecia mandó construir una armada para dominar el Báltico. Cien escuadrones partieron a talar los bosques cercanos a Estocolmo. Las hachas asolaron la región. Como guerreros exangües caían los árboles, uno tras otro, profiriendo alaridos milenarios. 
     –¡Nos vengaremos! –gritaban al desplomarse. 
     Allí mismo los serruchos desgajaban los troncos. Inmensos tablones viajaban hasta los astilleros en carretas de bueyes. 
     Al retirarse los hielos, zarparon a la guerra. A la semana el vigía observó unas yemas que despuntaban del mástil, unos brotes en la proa. Poco después empezó a menguar el ritmo, los navíos no avanzaban. En vano exhortaba el contramaestre a sus remeros que bogasen más rápido. Estaban en alta mar, encallados sin remedio. 
    Días después las naves se llenaron de ramas. Al poco los barcos se elevaron y quedaron suspendidos en el aire, cada vez más alto. La madera crujía bajo los pies. Las quillas estallaron en pedazos. Perforando lo que se interpusiera en su camino se abrían paso los troncos y, libres ya de sus carcasas, los renacidos árboles se agitaron arrojando a los soldados al vacío. Finalmente, tras despegar sus raíces, partieron de vuelta a su antiguo hogar, a grandes zancadas sobre las olas.

Nacho (Ignacio Rubio Arese) es un gran escritor de relatos, y además (un gran honor para nosotros) amigo nuestro. Ganó el certámen de "Relatos en Cadena" en 2013 con un relato sobre una sirena...poco antes de que apareciera su sirena de verdad, pero a nosotros siempre nos ha gustado más este otro relato que acabáis de leer, también relacionado con el mar...
¿Será que Nacho también tiene alma de tritón? Quién sabe... Evoca tan bellas imágenes que hemos querido poner nuestro granito de arena y regalarle este cuadrito para su casa en tierra.

Gracias Nacho, por enseñarnos tus sueños, Gracias Nacho por ayudarnos a soñar.

martes, 21 de octubre de 2014

De semillas y cuidados


La duendecilla ha empezado el cole estos días, y para agradecer a las personas generosas que cuidan de ella y de otros muchos niños hemos hecho esta pequeña semillita.


Sólo asoma su cabecita, pero con sus cuidados seguro que pronto se hace grande y fuerte


Les lleva también unas galletas de calabaza , que alegran el corazón...y el estómago



sábado, 4 de octubre de 2014

Irene y el petirrojo.


Para una pequeñina que nació al final del verano, pensamos en esta caja de música, que quedó con una luz tan especial en los colores.


El petirrojo anida sobre la I de Irene, y la niña con su capa azul, para protegerse de las primeras lluvias, ha venido a traerle algo de comer...


¿Qué llevará en la cesta? Seguro que algo delicioso, que quiere compartir con el pajarito.

Ha traído hasta una escalera, para alcanzar bien el nido. En cuanto se lo coman, debe darse prisa en volver a casa porque en el bosque lleno de setas, acaba de ponerse el sol...


Estamos especialmente orgullosos de los colores del cielo de este trabajo. Nos llevó mucho tiempo que quedaran como queríamos, pero mereció la pena.

¡Bienvenida Irene! Que tengas una vida generosa, bella y llena de amor.